lunes, 24 de noviembre de 2008

Carta abierta a los niños por nacer

Medellín, marzo 15 de 2006

Y también a mis hijos, y a mis nietos que no quiero tener. Pobrecitos. Con todo el dolor del mundo quiero ratificarles que he participado en el presente proceso para seleccionar el rector de la Universidad de Antioquia ciñéndome a sus reglas, no para validar este tipo de pantomimas como si fueran de tinte democrático, deliberante, participativo, entusiasta, objetivo, inteligente…, pantomima que no busca escoger la mejor propuesta, perfeccionarla, hacerla nuestro propósito general y ayudar a construirla como a mi juicio debería ser; sino que participé buscando ganar un espacio para tratar de incitar un debate con altura que mostrara que la Universidad está viva y que está dispuesta a luchar por su futuro y asegurar su supervivencia para medio calmar y atender a los millones de pobres abandonados y explotados de esta injusta, incapaz y atrasada sociedad.

Inicié una estrategia anticipada desde hace diez meses, haciendo conocer una propuesta concreta, completa y meditada durante varios años que ponía sobre el tapete de las discusiones el tema de una verdadera Educación para todos con propósitos nunca jamás intentados en Libertad y desarrollo con igualdad de oportunidades contra la enseñanza tradicional que se ha venido degenerando cada vez más desde hace 2500 años y que sigue dirigida y favoreciendo a los privilegiados, a los imperios y a los señores feudales que en la modernidad han sido reemplazados por los empresarios y los terratenientes, con ejércitos privados de miserables armados contra sus propios hermanos, a su servicio y voluntad; para que incitara al debate en este remedo de proceso, convertido en un simple formalismo para cumplir de cualquier manera lo que debería ser ampliamente democrático y participativo, a sabiendas de que está en juego el futuro de la Universidad y de la Educación públicas, deber ineludible e indelegable del Estado.

Pero, encontré una Universidad muy diferente a esa en la que yo estuve. Encontré una Universidad conforme y conformada por momias, por seres apáticos o que están en otra dimensión, cadáveres indiferentes y silenciosos, aterrorizados y muertos de miedo, suicidas, tratando de pasar inadvertidos como aquellos micos de la alegoría que no ven, no oyen, no hablan; buscando agradar a los amos del conocimiento y alcanzando la gloria si les publican un infeliz articulito en una de las ene mil revistas pseudocientíficas que existen en la actualidad acabando con los bosques. Una Universidad cada vez más lejos de aquella que tenía la cantera de mística y de pundonor en el Liceo Antioqueño. Entes cada vez más parecidos a los de las “universidades” privadas sinónimos de lucro y de fanatismos, que pululan por todas partes.

Qué desgracia y que fatalidad tan enorme para la evolución humana han sido Licurgo, Solón, Platón, Aristóteles, Quintiliano, Ignacio y todos los demás encadenados en ese equivocado concepto de educación, y privilegiada, que paralizó la evolución desde hace 2500 años o más. Se ha progresado mucho en pedagogías para perfeccionar este esperpento que solo es enseñanza de técnicas, ciencias, artes y oficios, para ciudadanos de la élite o para soldados, pero jamás se ha pensado en pedagogías para cambiar esas estructuras y propender a un hombre Libre y Capaz, en una pedagogía para reeducar y en otra, si se quiere más desafiante, para rehabilitar a los prójimos que han tenido la desgracia de caer en un delito, muchas veces, si no todas, empujados por las injusticias de esta misma sociedad que castiga y desprecia sin autocriticarse ni corregirse.

En nuestro caso, es decir, en el caso de las universidades públicas, con los parámetros actuales y si se da la reelección de este sistema proimperialista que nos está empujando a la pérdida del idioma, de la identidad cultural, de los recursos naturales y genéticos y, consecuencialmente, de la soberanía nacional y de la Libertad individual; y si persisten en el mismo modelo dizque educativo de hace 2500 años, cuyo fracaso ya estamos hartos de comprobarlo y de sufrirlo, y que en su faceta moderna ideó la trampa de investigaciones y doctorados sin ton ni son como si fuera lo máximo deseable, cuando, además, no se tiene ni el más remoto chance de sobresalir, alcanzar la punta ni lograr algo útil y benéfico no dañino… En ese nuestro caso, repito, a la Universidad le espera un futuro muy incierto, la desaparición o la privatización. Es decir, el adiós a la esperanza de una verdadera Educación pública para un hombre Libre y capaz. ¡Qué no nos toque ver a nuestra Universidad convertida en una sede o sucursal de segunda clase de uno de esos negocios de alta alcurnia de los Estados Unidos o en un instituto patrocinado por alguna usurpadora y criminal multinacional farmacéutica, cuando tiene todo, menos ganas ni norte, para mantenerse, crecer y disfrutar sus fortalezas, sirviéndole y guiando a su comunidad!

A nuestra Universidad de Antioquia la están burocratizando y mediocrizando, como a los hospitales, ISS, bancos, Telecom y otras empresas del Estado…, para justificar su cierre o su privatización por insolventes, inmanejables, improductivas, costosas, problemáticas o cualquier otro argumento baladí pero creíble y manipulable de cara a la ingenua opinión pública.

La están conduciendo de tal manera que en vez de ser vinculante de toda la población, a la Educación Superior que es la que se da de los 0 a los 7 o a los 11 años y con un propósito definido, le dé la espalda a esa población y no desarrolle los temas, actividades y recursos naturales y renovables que les pertenecen y les interesan, en función del bien común y en procura de una aceptable calidad de vida, con justicia y logrando seguridad alimentaria y farmacéutica, y mucho menos permitiendo que despierten la mística y el apoyo mutuo que necesitan y merecen Pueblo y Universidad.

Lo contrario sucede con las innumerables y caóticas educaciones privadas que permiten, pululan y patrocinan por todas partes; que crecen y crecen próspera y lujosamente; en las ávidas manos de los negociantes de la educación maleducadora. Esos sí saben cómo son las cosas y cómo se dirige, practica y explota sin misericordia eso de la educación sinónimo de lucro con todo pendejo que se deje, con tal de que sus hijos estudien y sean alguien en la vida. Así, acá, cualquiera que ponga un kínder, un colegio, instituto o universidad se enriquece sin límites, adquiere poder, fama, respeto y reconocimiento. De oropel, pero indiscutible, claro está.

Todo esto sucede a la vista de todos y mientras la Educación Pública se miserabiliza, es limosnera, incapaz e insuficiente copietas. Siempre en bancarrota y, para acabar de ajustar, saqueada. Le saquean sus conocimientos y sus recursos humanos…, pues los privilegiados no pueden ver a un pobre con jíquera, sin que lo atraquen. Cuando no es como en la actualidad que los mismos funcionarios de la Universidad Pública les ayudan a los saqueadores a cargar el camión, sin que la comunidad universitaria, ni la sociedad dueña de su Universidad, ni la Procuraduría se den por enteradas.

Mientras tanto, usan como entretenedor, chupo, tetero de agua con azúcar, juguete o cualquier otro adefesio engañabobos eso del empresarismo al estilo Marco Fidel Suárez o Pelé; esa zanahoria o anzuelo para que la agarre uno que otro sobresaliente superdotado. Con eso nos mantienen alelados mientras conservan sus privilegios eludiendo lo que se necesita y que es posible: un empresarismo colectivo y solidario de hombres Libres y capaces, ocupando cada uno su lugar: una locomotora apta para impulsar un montón de vagones en los que quepamos todos, un colectivo de hombres dignos en armonía, todos propietarios sin avaricia, sin sirvientas ni esclavos. Defendiendo e interviniendo en lo suyo.

Queridos niños, concluyo esta carta abierta ratificando para su conocimiento que así como este para seleccionar Rector de la Universidad de Antioquia son los procesos y los debates en el Congreso de la República para modificar la sagrada Constitución Política: pura apariencia, mera pantomima. Así, el ejemplo cunde y EDUCA. Y, después, pregonan a viva voz y por sus propios medios desinformativos, que han quedado satisfechos, que se han cumplido plenamente los requisitos y que se ha demostrado plenamente la transparencia del proceso para asegurar el mejor camino para la Universidad. Qué así sea.

De ustedes y por su Libertad, con solidaridad, consideración y aprecio, un defensor inerme


Esteban Elías Correa Posada, eco katío
Químico farmacéutico de la Universidad de Antioquia
Aspirante a la rectoría de una Universidad de Antioquia Pública y pionera Educadora LiRScA

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