Chile, no es un país; Chile es una colonia inglesa, una espina clavada
en la ingle de América. Chile, como Colombia, traicionó a la Argentina en la
guerra, invasión y despojo de Las Malvinas. Chile, por los ingleses, le ha
robado el mar a Bolivia... y lo niega y se niega a devolver esa propiedad
natural. ¿Cuánto Chile es de los chilenos? ¿Cuánto Chile es de los ingleses y
cuánto Chile es de los gringos?
> ¿Recuerdan la guerra contra Perú y Bolivia? ¿Y al traidor Valdivia? ¿Y
toda esa historia terrible contra el pueblo chileno tan desgraciado, tan
Araucano, tan Mapuche, tan Neruda, tan Parra, tan Jara, tan Bilbao, tan Arcos,
tan Balmaceda ... tan Allende?
La historia no
es una armonía continua, un desarrollo progresivo de lo humano hacia el
Excélsior. Más bien parece obligado camino hacia la vileza y la extinción. Lo
bueno, es un relámpago esporádico. No traza un camino civilizador a seguir.
Carece de Valores ejemplares. Solo es un resplandor pasajero, incapaz de darle
rumbo a la historia, incapaz de cambiar el Destino.
El sol no es libre y también morirá igual que su sistema, que su reino. Hoy,
vive su acedía, su largo mediodía. Media existencia gastada para llegar a esto,
actual, que va a malgastar en un ratito la otra media que prometía ser más
increíble.
Valdivia, en 1547, despide a sus siervos pero es él el que se va, con el oro de
todos, a comprar la gobernación de Chile en la cascada de degüellos de La
Gasca, Pizarros, Almagros, Vaca, Núñez Vela, Carvajal, Centeno... que se está
viviendo en Lima. Cuando regresa a Chile, no vive ninguno de los suyos. No hay
a quién devolverle lo que le correspondía. Entonces, todo le pertenece. Inés,
la amante, le perdona la vida y se va porque viene la esposa.
Continúa la invasión, conquista, despojo. En 1553, Valdivia enfrenta al cíclope
araucano Caupolicán y cuando está a punto de vencerlo, Lautaro, otro araucano,
joven paje de Valdivia, que observa desde una loma, elige la lealtad con los de
su sangre y "traiciona" o RENUNCIA al que se había convertido en su
amo, en su "dueño", y a galope tendido y a garrotazos llega a Valdivia
y lo derriba. Naciendo así un nuevo caudillo de los araucanos.
Celebran la victoria con fiesta de disfraces en torno al árbol de la canela.
Fiesta que, por desgracia, no se convirtió en anual nacional. Los
vencidos, de taparrabos obligados, miran las danzas de los vencedores. Lautaro
luce las ropas de Valdivia, el jubón verde recamado de oro y plata, la coraza
fulgurante y el casco de visera de oro, airoso de plumas y coronado de
esmeraldas. Valdivia, que se vistió como para una fácil coronación y no para
una dura batalla, desnudo, se despide del mundo.
Los araucanos abren la boca de Valdivia y se la llenan de tierra, puñado tras
puñado, le hinchan el cuerpo de tierra de Chile, mientras le dicen: ~¿Quieres oro? Come oro. Hártate de oro.
Pero, continúa la invasión. 1556. Llega Pedro Mariño y estando los araucanos de
espaldas al mar... los barre un tsunami. Pero no los extingue ni los aplaca. Y
en 1558, cien flechas traidoras acaban con el cíclope Caupolicán. La luna solía
detenerse para contemplar sus hazañas. La traición mató también a Lautaro. La
traición es un arma tan devastadora como el tifus, la viruela y el hambre
juntos. Además, como vemos y comprobamos a diario, infecta al futuro.
Por 1580, aparece por los mares de Chile el pirata Drake en representación de
Isabel la despiadada hija de Ana Bolena. Él, en cada asalto, abraza su
"biblia" pues mata y roba obedeciendo a su imaginario amo.
En 1599, los araucanos siguen indomables. Los españoles envían un sobrino de
Ignacio de Loyola de gobernador a Chile para que los amanse. Mata, roba y quema
hasta que los araucanos pasean su cabeza en la punta de una lanza. Y la presa
se hace cazador. Sitian la capital y la dejan sin agua desviando el río. Medio
Chile, todo el sur del Bío-Bío, vuelve a ser araucano.
Los indios dicen, señalando la lanza, (lo que todos los latinoamericanos y
demás pueblos oprimidos y saqueados del planeta deberíamos decir): "Este
es mi amo. Este no me manda que le saque oro, ni que le traiga hierbas ni leña,
ni que le guarde el ganado, ni que le siembre ni siegue. Con este amo quiero
andar".
1603, el cabildo de Santiago ha comprado un nuevo herraje de plata para marcar
a los indios esclavos en la cara. Una quinta parte del precio de cada araucano
vendido en Valdivia y Arica se destinará a gastos de guerra y sustento de
soldados. Así se incentivan las cacerías nocturnas. Una vez marcados (hombres,
mujeres y niños) los venden al Perú. El gobernador brinda por las nocturnas
"batallas" ganadas.
En 1608, el Inca Garcilaso de la Vega, nacido de una violación, como América,
vive desgarrado.
En 1609, el rey de España decide legalizar la esclavitud de los indios
capturados en "guerra". Hace
tiempo que en Chile se venden araucanos ante notario público. El gobernador
ofrece un homenaje a los domadores de estas tierras ajenas y brinda por "santos y ángeles".
1616. El "dhioz" de los
amos, ¿es el "dhioz" de los
siervos? Pregunta que solo tiene una respuesta.
1618. En la costa africana, un negro "cazado"
vale 40 collares de vidrio o un pito con cadena. Y un fraile recorre las filas
de cautivos y les pone una pizca de sal en la lengua. Reciben, además, una
salpicadura de agua "bendita"
en la cabeza y un extraño y horrible nombre cristiano. Les traducen: "ahora sois hijos de dhioz" y la
epístola de Pablo a los efesios: "siervos:
servid a vuestros amos" y la maldición de Noé contra los hijos de Cam,
que quedaron negros por los siglos de los siglos, amén.
En 1629 todavía guerrean los araucanos. Cae Francisco Nuñez, un joven capitán,
en manos de Maulicán y se libra de la muerte por un oportuno consejero. Lo
llevan hacia el sur. Maulicán se encuentra con el cacique Putapichun que trae
otro prisionero. Acaba de enterrar doce capitanes, el padre de Francisco entre
ellos. Este prisionero muere por garrote erizado de clavos. Le arrancan el
corazón y Maulicán toma el primer sorbo de sangre.
Putapichun quiere comprar al capitán preso, hijo del jefe de los invasores, y
le ofrece a Maulicán: una hija suya, cien ovejas, cinco llamas, tres caballos
con silla labrada y varios collares de piedras preciosas. Con todo eso, se
pagan diez españoles y sobra.
Maulicán mira al suelo. Al rato, dice: antes, debo llevarlo a vista de mi padre
y de los demás jefes de mi comarca de Repocura. Quiero mostrarles esta prenda
de mi valor.
Esperaremos, acepta Putapichun.
"Anda mi vida naciendo de muerte en
muerte", piensa Francisco. Tienes buena suerte, capitán niño: ustedes
queman las caras de los indios con el hierro que no se borra. Ahora tu libertad
es mía. No te tendrán los que te buscan con ira. Nunca te venderé.
Comarca de Repocura, es mucho lo que Francisco ha escuchado y aprendido en
estos meses de cautiverio. Alguna vez escribirá la otra versión de esta larga
invasión a Chile, "justa guerra que
los indios tuvieron que responder contra los que los invadieron, engañaron,
agraviaron y esclavizaron, y aún peor". Esta noche será canjeado por 3
jefes araucanos prisioneros. El venerable Tereupillán, lo despide: "No es de corazones generosos quitar la vida
a sangre fría. Cuando nosotros tomamos las armas contra los españoles tiranos
que perseguidos y vejados nos tenían, solo en las batallas no sentí compasión
por ellos. Pero después, cuando cautivos los veía, grande dolor y pena me
causaban y lastimada el alma me tenían, que verdaderamente no odiábamos sus
personas. Sus codicias, sí. Sus crueldades, sí. Sus soberbias, sí.
Y tú, capitán, amigo y compañero, que te ausentas de nosotros y nos dejas
lastimados, tristes y sin consuelo, no nos olvides".
1639. Dicen los indios: "¿Que tiene
dueño la tierra? ¿Cómo así? Si ella no nos pertenece. Nosotros somos de ella.
Sus hijos somos. Ella nos cuida y nosotros la cuidamos. ¿Cómo se ha de vender?
¿Cómo se ha de comprar?"
1647. Se prohíbe
el juego de la chueca de los araucanos en Chile, porque corriendo la pelota los
indios se entrenan para la guerra. Golpe final y definitivo a la identidad, a
la Libertad.
Y vienen, la “patria boba y vencida” y el segundo acto del dejar de ser.
¿Recuerdan al ennoblecido criminal lord Anson que inició el tránsito
inglés de la piratería al contrabando? ¿Y a José Gabriel Túpac Amaru, partido
en pedacitos por rebelado contra los españoles azuzado por los ingleses declarándose
dueño absoluto de Perú, Santa Fé, Quito, Chile, Buenos Aires y alrededores?
¿Y recuerdan que en 1815 los enemigos de don José Artigas (Sarratea,
Belgrano, Rivadavia...) buscan rey en Gran Bretaña implorándoles que no
abandonen a su suerte a los habitantes del río de la Plata, Chile y Perú?
¿Recuerdan que en 1824 los gobiernos de Buenos Aires y Chile habían
abandonado la causa de la libertad de América? Pero en Junín, algunos gauchos,
huasos y llaneros, junto con ecuatorianos, peruanos, bolivianos y variados
extranjeros, ganan la batalla calada, “a bayoneta calada”, a lanza. No suena un
solo tiro.
Y ya en 1832, comenzó el triunfo del esnobismo desidentificador con la
primera derrota de la "industria nacional" a manos de la
"importación directa". "¡Vea la Europa cómo inventa, y vea la
América cómo imita! ¡Imiten la originalidad, ya que tratan de imitar todo!
¡Somos independientes, pero no libres; dueños del suelo, pero no de nosotros
mismos!", Simón Rodríguez.
Y, somos tan dueños del suelo y del subsuelo que en 1849,
¿no se van, mineros y mujeres, a minas ajenas, tras el oro de México que
ahora es de California? Y, hoy, ¡ni para qué hablar!
Y en 1851, Francisco Bilbao dice que "la explotación del hombre
por el hombre no deja al hombre tiempo para ser hombre" y con,
Santiago Arcos, también menor de 30 años, traicionan a su clase en busca
de una sociedad solidaria y se levantan contra los pelucones, los frailes y la
propiedad privada, hasta que el 31 de diciembre en La Serena, muchos de
sus compañeros son fusilados. Bilbao huye y se exilia, y Arcos, desde la
cárcel, pregunta: "¿Qué ha significado la Independencia para los pobres?
Ningún gozo, mera miseria e indignidad.
Y en 1867, el
presidente MELGAREJO, llega a misa en la catedral de La Paz, luciendo uniforme
de general de Chile (por el que entrega a Chile, como si fuera de él, la mitad
del desierto costero de Atacama explotado por chilenos e ingleses) y exhibiendo
el gran cordón de la Orden Imperial del Brasil (por el que cede a Brasil, como
si fueran de él, sesenta y cinco mil kilómetros cuadrados de selva boliviana en
la Amazonía), por los que hizo dos negocios chimbos y que a todas luces SON
NULOS, pues no hay en medio ningún derecho que los valide.
En este tiempo y en Colombia, Melgarejo reencarnó en Hurive e hijos.
Y en 1879, la guerra por el salitre, necesario para la agricultura y
para la guerra, de los desiertos de Atacama y Tarapacá, de Chile,
azuzado para variar por los ingleses, contra Perú y Bolivia.
Hay muchos chinos, esclavos de los ingleses, peleando por Chile. A
la caída de Lima estallan los negros esclavos y matan a los chinos esclavos.
Como siempre, nunca cae un general.
1884, "Nuestros derechos nacen de la victoria, la ley suprema de
las naciones"... naciones bárbaras, digo yo. Chile ha pulverizado a
sus hermanos, digo, a sus enemigos. Dejan a Bolivia sin mar, y, hoy, todavía,
les parece mucha gracia ese saqueo.
En Santiago celebran la victoria. En Londres la cobran, sin disparar un
tiro ni gastar un penique, por medio de North, se quedaron con el campo de
batalla. Chile se quedó con el mapa, los ingleses con la propiedad. ¡Esta
guerra nada nos ha enseñado ni de ningún vicio nos ha corregido!,
sentenció Manuel González Prada.
En 1889, José Manuel
Balmaceda parecía un milagro: quiso impulsar la industria nacional, vivir y
vestirnos por nosotros mismos, mejoró los salarios y sembró el país de
ESCUELAS PÚBLICAS, quiso nacionalizar los ferrocarriles y acabar con la usura
de los bancos y con la voracidad de los mineros. En 1891, North usó su poder
para destruir al César ebrio de poder, al déspota enemigo de la libertad
y hostil a las empresas extranjeras, y le hicieron coro los obispos y los
políticos y actuaron los magníficos militares de siempre para hacer correr
sangre del pueblo, de su propio pueblo. Y, como siempre, la de ningún general.
Chile vuelve a los buenos tiempos de North. Balmaceda se mata de un balazo.
> ¿Y el 21 de diciembre
de 1907, recuerdan a los pueblos de Bolivia y de Perú unidos en la muerte
al de Chile en la cobarde y terrible masacre de Iquique, por el mismo e
interminable saqueo minero en minas robadas?
> Y en Chile viven los Hochschild que no le pagan nada a Bolivia por el
estaño que le roban.
> Y atacan al presidente boliviano Gualberto Villarroel que les quiere
obligar a pagar impuestos y a pagar mejores salarios, lo arrojan del balcón a
la calle y lo cuelgan, desnudo, de un farol. Y en ese frío y por el grave
delito de querer ser compatriota justo.
> Y, en la modernidad, los pobres chilenos salen al cacerolazo contra
Allende engañados como bobos por los gringos... y por sus militares traidores asesinos.
La historia lo confirma. Pobres chilenos tan ingenuos y engañados.
> Comienza la reconquista de Chile. Adiós Libertad y Soberanía. Adiós
devolución de mar para Bolivia. Adiós indios araucanos y mapuches. Y se afirma
la cocacracia de García Mesa y de Roberto Suárez en Bolivia y el Libre Comercio
de Importación de Basura en Chile, al fiado contra las riquezas naturales
mineras: suben la deuda externa, la esclavitud y los suicidios.
> "Gracias a la vida, que me ha dado tanto"...
Y la porfía del indígena Evo continúa pensando que está a salvo de los gringos
y cobijado por la "justicia internacional". Amanecerá y veremos.
> Espero llegar al 2020 para ver a Evo presidente vivo, a Bolivia con su mar
y a la "más educada"
despertando de su pesadilla en la que pretendía ser la "mejor esquina de América" sin
ningún esfuerzo, sin cambiar nada de sus dañinos hábitos.
> Y a Chile, Libre y Soberano y Justo... Liderado por su pueblo de Parras,
Jaras, Allendes, Nerudas, Bilbaos, Balmacedas... Araucanos y Mapuches. Y
todos, allá y aquí, LiRSHcAs.
> eco katío manguruma nasa
>
> Reconocimiento al gran Eduardo Galeano y a su "Memoria del
fuego" de los que he tomado varias notas al respecto.
Advertencia: no solo Chile y los chilenos han sufrido estas terribles
enfermedades de la deslealtad y la traición. La falta de Valores Humanos es
Universal. Solo ha existido uno que otro individuo digno. Los demás, son o se
las tiran de bilingües, eso sí, no con cualquier idioma. Y piensan que no
tienen lavado el cerebro y que conservan su identidad… pero, ¡gas los negros y
los indios y los mulatos y los pobres y los obreros y los campesinos…! Eso sí,
van a descrestarse con palacios y castillos, y boquiabiertos y con dolor en la
nuca, en turismo de siervos a mirar y a admirar las mentiras pintadas en los
techos…