jueves, 23 de octubre de 2014

Plato fuerte y postre de "Chile, no es un país; Chile es una colonia inglesa, una espina clavada en la ingle de América"



Chile, no es un país; Chile es una colonia inglesa, una espina clavada en la ingle de América. Chile, como Colombia, traicionó a la Argentina en la guerra, invasión y despojo de Las Malvinas. Chile, por los ingleses, le ha robado el mar a Bolivia... y lo niega y se niega a devolver esa propiedad natural. ¿Cuánto Chile es de los chilenos? ¿Cuánto Chile es de los ingleses y cuánto Chile es de los gringos?
> ¿Recuerdan la guerra contra Perú y Bolivia? ¿Y al traidor Valdivia? ¿Y toda esa historia terrible contra el pueblo chileno tan desgraciado, tan Araucano, tan Mapuche, tan Neruda, tan Parra, tan Jara, tan Bilbao, tan Arcos, tan Balmaceda ... tan Allende?

 
La historia no es una armonía continua, un desarrollo progresivo de lo humano hacia el Excélsior. Más bien parece obligado camino hacia la vileza y la extinción. Lo bueno, es un relámpago esporádico. No traza un camino civilizador a seguir. Carece de Valores ejemplares. Solo es un resplandor pasajero, incapaz de darle rumbo a la historia, incapaz de cambiar el Destino.

El sol no es libre y también morirá igual que su sistema, que su reino. Hoy, vive su acedía, su largo mediodía. Media existencia gastada para llegar a esto, actual, que va a malgastar en un ratito la otra media que prometía ser más increíble.

Valdivia, en 1547, despide a sus siervos pero es él el que se va, con el oro de todos, a comprar la gobernación de Chile en la cascada de degüellos de La Gasca, Pizarros, Almagros, Vaca, Núñez Vela, Carvajal, Centeno... que se está viviendo en Lima. Cuando regresa a Chile, no vive ninguno de los suyos. No hay a quién devolverle lo que le correspondía. Entonces, todo le pertenece. Inés, la amante, le perdona la vida y se va porque viene la esposa.

Continúa la invasión, conquista, despojo. En 1553, Valdivia enfrenta al cíclope araucano Caupolicán y cuando está a punto de vencerlo, Lautaro, otro araucano, joven paje de Valdivia, que observa desde una loma, elige la lealtad con los de su sangre y "traiciona" o RENUNCIA al que se había convertido en su amo, en su "dueño", y a galope tendido y a garrotazos llega a Valdivia y lo derriba. Naciendo así un nuevo caudillo de los araucanos.
Celebran la victoria con fiesta de disfraces en torno al árbol de la canela. Fiesta que, por desgracia, no se convirtió en anual nacional.                                                                                                                                                                                                      Los vencidos, de taparrabos obligados, miran las danzas de los vencedores. Lautaro luce las ropas de Valdivia, el jubón verde recamado de oro y plata, la coraza fulgurante y el casco de visera de oro, airoso de plumas y coronado de esmeraldas. Valdivia, que se vistió como para una fácil coronación y no para una dura batalla, desnudo, se despide del mundo.
Los araucanos abren la boca de Valdivia y se la llenan de tierra, puñado tras puñado, le hinchan el cuerpo de tierra de Chile, mientras le dicen: ~¿Quieres oro? Come oro. Hártate de oro.

Pero, continúa la invasión. 1556. Llega Pedro Mariño y estando los araucanos de espaldas al mar... los barre un tsunami. Pero no los extingue ni los aplaca. Y en 1558, cien flechas traidoras acaban con el cíclope Caupolicán. La luna solía detenerse para contemplar sus hazañas. La traición mató también a Lautaro. La traición es un arma tan devastadora como el tifus, la viruela y el hambre juntos. Además, como vemos y comprobamos a diario, infecta al futuro.

Por 1580, aparece por los mares de Chile el pirata Drake en representación de Isabel la despiadada hija de Ana Bolena. Él, en cada asalto, abraza su "biblia" pues mata y roba obedeciendo a su imaginario amo.

En 1599, los araucanos siguen indomables. Los españoles envían un sobrino de Ignacio de Loyola de gobernador a Chile para que los amanse. Mata, roba y quema hasta que los araucanos pasean su cabeza en la punta de una lanza. Y la presa se hace cazador. Sitian la capital y la dejan sin agua desviando el río. Medio Chile, todo el sur del Bío-Bío, vuelve a ser araucano.

Los indios dicen, señalando la lanza, (lo que todos los latinoamericanos y demás pueblos oprimidos y saqueados del planeta deberíamos decir): "Este es mi amo. Este no me manda que le saque oro, ni que le traiga hierbas ni leña, ni que le guarde el ganado, ni que le siembre ni siegue. Con este amo quiero andar".

1603, el cabildo de Santiago ha comprado un nuevo herraje de plata para marcar a los indios esclavos en la cara. Una quinta parte del precio de cada araucano vendido en Valdivia y Arica se destinará a gastos de guerra y sustento de soldados. Así se incentivan las cacerías nocturnas. Una vez marcados (hombres, mujeres y niños) los venden al Perú. El gobernador brinda por las nocturnas "batallas" ganadas.

En 1608, el Inca Garcilaso de la Vega, nacido de una violación, como América, vive desgarrado.

En 1609, el rey de España decide legalizar la esclavitud de los indios capturados en "guerra". Hace tiempo que en Chile se venden araucanos ante notario público. El gobernador ofrece un homenaje a los domadores de estas tierras ajenas y brinda por "santos y ángeles".


1616. El "dhioz" de los amos, ¿es el "dhioz" de los siervos? Pregunta que solo tiene una respuesta.


1618. En la costa africana, un negro "cazado" vale 40 collares de vidrio o un pito con cadena. Y un fraile recorre las filas de cautivos y les pone una pizca de sal en la lengua. Reciben, además, una salpicadura de agua "bendita" en la cabeza y un extraño y horrible nombre cristiano. Les traducen: "ahora sois hijos de dhioz" y la epístola de Pablo a los efesios: "siervos: servid a vuestros amos" y la maldición de Noé contra los hijos de Cam, que quedaron negros por los siglos de los siglos, amén.


En 1629 todavía guerrean los araucanos. Cae Francisco Nuñez, un joven capitán, en manos de Maulicán y se libra de la muerte por un oportuno consejero. Lo llevan hacia el sur. Maulicán se encuentra con el cacique Putapichun que trae otro prisionero. Acaba de enterrar doce capitanes, el padre de Francisco entre ellos. Este prisionero muere por garrote erizado de clavos. Le arrancan el corazón y Maulicán toma el primer sorbo de sangre.
Putapichun quiere comprar al capitán preso, hijo del jefe de los invasores, y le ofrece a Maulicán: una hija suya, cien ovejas, cinco llamas, tres caballos con silla labrada y varios collares de piedras preciosas. Con todo eso, se pagan diez españoles y sobra.
Maulicán mira al suelo. Al rato, dice: antes, debo llevarlo a vista de mi padre y de los demás jefes de mi comarca de Repocura. Quiero mostrarles esta prenda de mi valor.
Esperaremos, acepta Putapichun.
"Anda mi vida naciendo de muerte en muerte", piensa Francisco. Tienes buena suerte, capitán niño: ustedes queman las caras de los indios con el hierro que no se borra. Ahora tu libertad es mía. No te tendrán los que te buscan con ira. Nunca te venderé.
Comarca de Repocura, es mucho lo que Francisco ha escuchado y aprendido en estos meses de cautiverio. Alguna vez escribirá la otra versión de esta larga invasión a Chile, "justa guerra que los indios tuvieron que responder contra los que los invadieron, engañaron, agraviaron y esclavizaron, y aún peor". Esta noche será canjeado por 3 jefes araucanos prisioneros. El venerable Tereupillán, lo despide: "
No es de corazones generosos quitar la vida a sangre fría. Cuando nosotros tomamos las armas contra los españoles tiranos que perseguidos y vejados nos tenían, solo en las batallas no sentí compasión por ellos. Pero después, cuando cautivos los veía, grande dolor y pena me causaban y lastimada el alma me tenían, que verdaderamente no odiábamos sus personas. Sus codicias, sí. Sus crueldades, sí. Sus soberbias, sí.
Y tú, capitán, amigo y compañero, que te ausentas de nosotros y nos dejas lastimados, tristes y sin consuelo, no nos olvides
".


1639. Dicen los indios: "¿Que tiene dueño la tierra? ¿Cómo así? Si ella no nos pertenece. Nosotros somos de ella. Sus hijos somos. Ella nos cuida y nosotros la cuidamos. ¿Cómo se ha de vender? ¿Cómo se ha de comprar?"
1647. Se prohíbe el juego de la chueca de los araucanos en Chile, porque corriendo la pelota los indios se entrenan para la guerra. Golpe final y definitivo a la identidad, a la Libertad.


Y vienen, la “patria boba y vencida” y el segundo acto del dejar de ser.

 
¿Recuerdan al ennoblecido criminal lord Anson que inició el tránsito inglés de la piratería al contrabando? ¿Y a José Gabriel Túpac Amaru, partido en pedacitos por rebelado contra los españoles azuzado por los ingleses declarándose dueño absoluto de Perú, Santa Fé, Quito, Chile, Buenos Aires y alrededores?

¿Y recuerdan que en 1815 los enemigos de don José Artigas (Sarratea, Belgrano, Rivadavia...) buscan rey en Gran Bretaña implorándoles que no abandonen a su suerte a los habitantes del río de la Plata, Chile y Perú?

¿Recuerdan que en 1824 los gobiernos de Buenos Aires y Chile habían abandonado la causa de la libertad de América? Pero en Junín, algunos gauchos, huasos y llaneros, junto con ecuatorianos, peruanos, bolivianos y variados extranjeros, ganan la batalla calada, “a bayoneta calada”, a lanza. No suena un solo tiro.

Y ya en 1832, comenzó el triunfo del esnobismo desidentificador con la primera derrota de la "industria nacional" a manos de la "importación directa". "¡Vea la Europa cómo inventa, y vea la América cómo imita! ¡Imiten la originalidad, ya que tratan de imitar todo! ¡Somos independientes, pero no libres; dueños del suelo, pero no de nosotros mismos!", Simón Rodríguez.

Y, somos tan dueños del suelo y del subsuelo que en 1849, ¿no se van, mineros y mujeres, a minas ajenas, tras el oro de México que ahora es de California? Y, hoy, ¡ni para qué hablar!

Y en 1851, Francisco Bilbao dice que "la explotación del hombre por el hombre no deja al hombre tiempo para ser hombre" y con, Santiago Arcos, también menor de 30 años, traicionan a su clase en busca de una sociedad solidaria y se levantan contra los pelucones, los frailes y la propiedad privada, hasta que el 31 de diciembre en La Serena, muchos de sus compañeros son fusilados. Bilbao huye y se exilia, y Arcos, desde la cárcel, pregunta: "¿Qué ha significado la Independencia para los pobres? Ningún gozo, mera miseria e indignidad.

Y en 1867, el presidente MELGAREJO, llega a misa en la catedral de La Paz, luciendo uniforme de general de Chile (por el que entrega a Chile, como si fuera de él, la mitad del desierto costero de Atacama explotado por chilenos e ingleses) y exhibiendo el gran cordón de la Orden Imperial del Brasil (por el que cede a Brasil, como si fueran de él, sesenta y cinco mil kilómetros cuadrados de selva boliviana en la Amazonía), por los que hizo dos negocios chimbos y que a todas luces SON NULOS, pues no hay en medio ningún derecho que los valide.

En este tiempo y en Colombia, Melgarejo reencarnó en Hurive e hijos.

Y en 1879, la guerra por el salitre, necesario para la agricultura y para la guerra, de los desiertos de Atacama y Tarapacá, de Chile, azuzado para variar por los ingleses, contra Perú y Bolivia.

Hay muchos chinos, esclavos de los ingleses, peleando por Chile. A la caída de Lima estallan los negros esclavos y matan a los chinos esclavos. Como siempre, nunca cae un general.

1884, "Nuestros derechos nacen de la victoria, la ley suprema de las naciones"... naciones bárbaras, digo yo. Chile ha pulverizado a sus hermanos, digo, a sus enemigos. Dejan a Bolivia sin mar, y, hoy, todavía, les parece mucha gracia ese saqueo.

En Santiago celebran la victoria. En Londres la cobran, sin disparar un tiro ni gastar un penique, por medio de North, se quedaron con el campo de batalla. Chile se quedó con el mapa, los ingleses con la propiedad. ¡Esta guerra nada nos ha enseñado ni de ningún vicio nos ha corregido!, sentenció Manuel González Prada.

En 1889, José Manuel Balmaceda parecía un milagro: quiso impulsar la industria nacional, vivir y vestirnos por nosotros mismos, mejoró los salarios y sembró el país de ESCUELAS PÚBLICAS, quiso nacionalizar los ferrocarriles y acabar con la usura de los bancos y con la voracidad de los mineros. En 1891, North usó su poder para destruir al César ebrio de poder, al déspota enemigo de la libertad y hostil a las empresas extranjeras, y le hicieron coro los obispos y los políticos y actuaron los magníficos militares de siempre para hacer correr sangre del pueblo, de su propio pueblo. Y, como siempre, la de ningún general. Chile vuelve a los buenos tiempos de North. Balmaceda se mata de un balazo.


> ¿Y el 21 de diciembre de 1907, recuerdan a los pueblos de Bolivia y de Perú unidos en la muerte al de Chile en la cobarde y terrible masacre de Iquique, por el mismo e interminable saqueo minero en minas robadas?

> Y en Chile viven los Hochschild que no le pagan nada a Bolivia por el estaño que le roban.
> Y atacan al presidente boliviano Gualberto Villarroel que les quiere obligar a pagar impuestos y a pagar mejores salarios, lo arrojan del balcón a la calle y lo cuelgan, desnudo, de un farol. Y en ese frío y por el grave delito de querer ser compatriota justo.


> Y, en la modernidad, los pobres chilenos salen al cacerolazo contra Allende engañados como bobos por los gringos... y por sus militares traidores asesinos. La historia lo confirma. Pobres chilenos tan ingenuos y engañados.
> Comienza la reconquista de Chile. Adiós Libertad y Soberanía. Adiós devolución de mar para Bolivia. Adiós indios araucanos y mapuches. Y se afirma la cocacracia de García Mesa y de Roberto Suárez en Bolivia y el Libre Comercio de Importación de Basura en Chile, al fiado contra las riquezas naturales mineras: suben la deuda externa, la esclavitud y los suicidios.


> "Gracias a la vida, que me ha dado tanto"... Y la porfía del indígena Evo continúa pensando que está a salvo de los gringos y cobijado por la "justicia internacional". Amanecerá y veremos.


> Espero llegar al 2020 para ver a Evo presidente vivo, a Bolivia con su mar y a la "más educada" despertando de su pesadilla en la que pretendía ser la "mejor esquina de América" sin ningún esfuerzo, sin cambiar nada de sus dañinos hábitos.


> Y a Chile, Libre y Soberano y Justo... Liderado por su pueblo de Parras, Jaras, Allendes, Nerudas, Bilbaos, Balmacedas... Araucanos y Mapuches. Y todos, allá y aquí, LiRSHcAs.
> eco katío manguruma nasa
>
> Reconocimiento al gran Eduardo Galeano y a su "Memoria del fuego" de los que he tomado varias notas al respecto.

Advertencia: no solo Chile y los chilenos han sufrido estas terribles enfermedades de la deslealtad y la traición. La falta de Valores Humanos es Universal. Solo ha existido uno que otro individuo digno. Los demás, son o se las tiran de bilingües, eso sí, no con cualquier idioma. Y piensan que no tienen lavado el cerebro y que conservan su identidad… pero, ¡gas los negros y los indios y los mulatos y los pobres y los obreros y los campesinos…! Eso sí, van a descrestarse con palacios y castillos, y boquiabiertos y con dolor en la nuca, en turismo de siervos a mirar y a admirar las mentiras pintadas en los techos…

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