Fiestas
hipócritas disfrazadas obligadas: trampas mortales que impiden vivir
Llenemos
nuestros corazones de felicidad
y
celebremos juntos esta navidad y la de cada ocho meses...
con
buñuelos, natillas, licores, tamales, galletas, jamones,
ruidos,
pólvora, novenas, mentiras, vulgaridades y gaseosas bien frías,
envueltos
en papel basura brillante.
Despilfarrando
y quemando el dinero en las narices del que nada celebra.
Un
retrato vivo de nuestro grado de civilización y evolución.
Somos
porque alguien de la familia hoy tiene e invita a parrandiar.
Invaluable
e intocable herencia cultural.
Para que sigamos siendo “naides”, esclavos, obligados, sumisos,
obedientes…
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