miércoles, 28 de agosto de 2013

si apoya lo justo y quiere que seamos libres todos, haga algo real y positivo

si apoya lo justo y quiere que seamos libres todos, haga algo real y positivo

Parodiando la extraordinaria nota “Si apoya a los campesinos haga algo” de Joseph Avski, yo agregaría, inspirándome en ella y agradeciéndola: “si apoya lo justo y quiere que seamos libres todos, haga algo”. ¡Indignados del mundo, uníos… por los mismos ideales! Desunidos, estamos perpetuando y agravando la esclavitud, la injusticia, la explotación y los abusos.

Si usted se siente indignado con lo que está pasando con los campesinos haga algo. ¿Qué? Hay mucho que puede hacer pero quizá lo más importante es que no compre productos agrícolas (nada) en el supermercado (monopolístico y de competencia desleal contra los pequeños comeciantes). Vaya a la plaza, al mercado local, cómprele a la tienda (y hágase amigo del tendero de la cuadra y dele las gracias y el apoyo por estar ahí) del barrio, a la carreta que pasa los sábados por la mañana, o a los campesinos (directamente), si los conoce (o conózcalos si no los conoce. Hermánese con ellos). Si usted (nos) comparte una foto muy bonita de un campesino en Facebook, y después va y compra papas a la francesa congeladas (en un almacén de cadena extranjero) no ha hecho nada. Si usted sale a protestar contra el gobierno por (todas) las leyes injustas (no solo) contra los pobres agricultores, y después de la protesta se va a comer una hamburguesa de McDonalds, entonces, no hizo un carajo.

Compre café colombiano (bueno y sin venenos que no tiene por qué costar más si se lo compra directamente al productor ético) para la casa, y si sale no vaya a Starbucks (que es como caer en una trampa de la que su identidad no sale ilesa) que es feo, malo y caro. La leche de Ubaté y las montañas de Antioquia es muy rica y no necesita tantas porquerías para que no se dañe como la leche importada. Lo mismo pasa con la carne de res y de cerdo (yo digo que todos los lácteos son perversos y todas las carnes son dañinas, unas más que otras, claro está). Los frijoles de lata saben a tierra, en cambio los de la tierra son muy buenos, y si le da pereza hacerlos o no tiene tiempo dígale a la señora del corrientazo que usted se los compra hechos para llevar cada semana. El pollo importado (enjaulado y hacinado) no se lo recomiendo: le saca tetas al hombre y se las desaparece a la mujer, mejor el pollo y la gallina criolla (mejor el huevo de gallina feliz, digo yo, y si es solo cocido crudo y entero en jugo de limón criollo o mandarino, mejor. Cada dos o tres días). Si usted hace arepas o empanadas hágalas con maíz local (criollo, no transgénico), y dígale a sus clientes que cuando le compran están apoyando a los campesinos, y verá que así le compran más. Si hace hamburguesas, use pan y carne colombianos (¿?), y dígalo para que la gente lo sepa.

Después sí: vaya y proteste que es muy importante, comparta las fotos de Facebook que eso ayuda, hable con el vecino y cuéntele lo que hace. Y sobre todo (exija participar democráticamente, opine y no deje que nadie lo represente ni tome decisiones por usted y, mucho menos, para vender la tierrita, el país y sus empresas y recursos) piense la próxima vez que haya elecciones porque si no, no hicimos un carajo.


-         ¿Y si dejáramos de cultivar para vender más y más, para esclavizarnos, enfermarnos y matarnos?
-         ¿Y si dejáramos de acumular tierras pensando seriamente en cuánta tierra necesita un ser humano o una familia para vivir y con cuánta tierra puede un ser humano o una familia para vivir satisfactoriamente sin esclavizarse?
-         ¿Y si dejáramos de trabajar asalariados para otro y volviéramos a disfrutar la amistad de las mingas para sembrar, cuidar y cosechar?
-         ¿Y si dejáramos de obedecer y, libres, hiciéramos lo que debemos, nada más?
-         ¿Y si dejáramos de hacer basura consumista e innecesaria?
-         ¿Y si dejáramos de consumir segundos cobrados como minutos?
-         ¿Y si dejáramos de atesorar para tener que mantener, cuidar y vigilar?
-         ¿Y si dejáramos de sacrificar a nuestros hijos uniformándolos y armándolos?
-         ¿Y si dejáramos de explotar, de abusar y de engañar a los demás?
-         ¿Y si dejáramos de correr, angustiarnos y afanarnos y viviéramos saboreándonos, aprendiendo, entendiendo y comprendiendo todo?
-         ¿Y si dejáramos de permanecer anclados y nos fuéramos a caminar y a conocer el planeta con los Valores LiRScA en la mochila y con el “yo soy humano hermano” de pasaporte e identificación? ¿Para qué más?
eco katío manguruma nasa, biófilo

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