Profesores, amigos, no se
hagan los importantes, no se las tiren de Éticos: sin plagio la vida no
existiría, sin plagio la vida hubiera sido fugaz como un rayo.
Sin la entrega y toma del testimonio no habría carreras de relevos. Profesores,
ustedes mismos repiten lo que les enseñaron, ¿o muestren a ver sus
descubrimientos originales o patentados y los cambios que le aportaron a sus
materias?
Plagiar no es un acto grave, es un acto natural.
Ese acto natural se conoce, se memoriza, se copia, se repite con igual, menos o
más calidad, desmejorándolo o mejorándolo...
Así es, fue y será. ¿Cuál el problema?
Solo el deterioro de la calidad, la usurpación, el engaño que aportan los que
mal copian. La mala copia, la que abandona la buena copia, el buen aprendizaje,
por irse por el camino contrario al ético del Bien Común.
Un cirujano aprende una operación que salva vidas, la enseña a sus alumnos,
que, naturalmente, la copian. ¿Quiénes se deben graduar? Los que la hacen igual
al profesor. Si alguno la mejora fundamentalmente, simplemente, pasa a ser el
profesor.
Maestros y aprendices, vocaciones y aptitudes y actitudes, ha sido lo
histórico. Que se dan o no se dan. Pocas veces con calidad. Casi siempre,
mediocremente, por la carencia de la Educación temprana y oportuna en los
Valores LiRSHcA. Lo demás, solo es falta de Valores Humanos Característicos en
alumnos y profesores. Ese es el problema educativo siempre. Vuelve y se repite.
Y no lo corrigen. Todos insisten en enseñar no en educar, y todos insisten en
repetir lo sabido y, sin embargo, exigiendo en todos los demás, sus pobres
alumnos, la escasa originalidad y novedad que solo se da excepcionalmente.
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