Estos tres sí son los virus más letales que existen

El afán de posesión es viral, lo mismo que el afán de poder y de mando.
> Estos tres sí son los virus más letales que existen.
> Son los que junto con el hacinamiento y/o negación del espacio vital, del aire y del agua puros, extinguirán esta especie y a otras muchas, pero no a la Vida.
> Los únicos medicamentos que existirán dentro de 20 millones de años, de los que actualmente existen, probablemente serán la penicilina y la aspirina.
> La aspirina no ha matado, no mata ni matará a nadie, lo que ha matado, mata y matará es la sobredosificación, la mala prescripción, la falta o defectuosa información o instrucción de cómo usarla, el abuso de la automedicacón y la falta de cuidado y de respeto y la audacia de los usurpadores de mostrador y de vecinos que ejercen medicina y farmacia sin ningún conocimiento apropiado, recomendando su uso a todos por igual y unos desgobiernos permitiendo su venta como si fuera una fruta.
> Los virus no son letales para la especie humana, a pesar de que causen unas cuantas víctimas en la prueba-error de un nuevo camino evolutivo encontrado en su búsqueda evolutiva ineludible, que los manda.

Ellos no han perdido su instinto vital evolutivo de la supervivencia de la especie que sí hemos atrofiado y perdido o anulado nosotros.
> Ellos lo único que están haciendo es ejerciendo su instinto primordial de la supervivencia de la especie con la fuerza enorme de la Evolución que los impulsa inapelablemente.

Ellos no han perdido, como hemos perdido nosotros por egoísmo individualista, esa fuerza solidaria de especie.
> Entre más los ataquen y busquen antivirales más poderosos, se harán más fuertes y enigmáticos y peligrosos.
> Mas difíciles de controlar, ocasionando más daños y muertos de la cuenta. Aumentando la injusticia y los conflictos en el mundo.

Generando nuevas y más potentes mutaciones... y guerras.
> No se puede ni se debe acabar ni intentar acabar con el eslabón más primitivo de la vida.

Eslabón que solo busca empezar a avanzar y crecer aprovechándose de los más débiles... como lo hicimos nosotros. 

Seamos justos y honrados: hagamos a los débiles abusados y despojados, más fuertes y sanos. Devolvámosles lo saqueado. Compartamos el conocimiento.  

El instinto de la supervivencia de ese eslabón, ante un ataque, los hará defenderse como rata acorralada, fieramente.

Pagando los platos rotos, los más débiles o descuidados nuestros.

La fortaleza de lo demás y las prudentes precauciones impedirán que se propague más de la cuenta y se perderá en el anonimato o en la costumbre, como cualquier otra "gripa".

eco katío manguruma nasa