Hagamos lo mismo
contra la mutilación y la ablación cerebral y Ética (divulguemos y discutamos
todos y a todas horas lo más importante para poder tener posibilidad de FUTURO)
y empecemos ya con la EDUCACIÓN PÚBLICA SUPERIOR GRATUITA OBLIGATORIA LiRScA DE
LOS CERO A LOS ONCE AÑOS para que todos podamos a esa edad: Ser, Humanos,
Hermanados, Sanos, Libres, Racionales, Solidarios y Capaces cuasi
Autosuficientes combatiendo y derrotando así a la IGNORANCIA (que es la peor y
causa de todas las enfermedades y males de la humanidad), a la esclavitud, a la
injusticia, a la corrupción y a la indiferencia.
eco katío manguruma nasa
Bogaletch Gebre, o
el modo de lograr lo imposible
Esta mujer nació
en un sitio apartado
del sur de Etiopía, en
una tribu llamada Kembata -
Tambaro. Sufrió la
mutilación genital siendo una niña, como todas
las mujeres de esa
región, y por eso, ya adulta,
se dedicó a educar a sus coterráneos,
hombres y mujeres,
para erradicar esa práctica. Y logró lo que no había podido lograr
el gobierno de Etiopía,
ni muchas agencias de
las Naciones Unidas. En 1999,
cuando
ella empezó sus esfuerzos, el 97% de la población realizaba la
ablación del clítoris
a las niñas. En 2008, después de
9 años de esfuerzos de
Bogaletch y la
organización que ella fundó, la KMG, solamente
el 3% todavía realizaba esta práctica.
Ella mostró su temple desde niña.
Aprovechando que la mandaban a buscar
agua
a sitios apartados,
madrugaba y caminaba millas para asistir
a la escuela y aprender a leer, y luego regresaba a su choza con el agua.
Demostró tanta
inteligencia que se ganó becas para
estudiar en Europa y en Estados Unidos.
Ya adulta, se accidentó. Los
médicos dijeron que no volvería
a caminar. Pero
ella practicó
los ejercicios de fisioterapia con
tanta regularidad y ahínco,
que años más tarde llegó
a correr varias maratones.
Esa misma
tenacidad
la llevó a conseguir lo que
se proponía. Cuando Bogaletch decidió que
era hora de erradicar la mutilación genital a las niñas, pensó
cuidadosamente en cómo hacerlo.
Y diseñó un método que
podría ser modelo
para las feministas del mundo, a la hora de sensibilizar, educar y no sólo erradicar prácticas
machistas, sino producir profundas
transformaciones culturales.
Este método se
basa en los siguientes
principios:
-
Para enfocar el
tema
sobre
el cual se trata de educar
a la población, éste no se debe
considerar aisladamente, sino
en relación con otros
aspectos de la vida de una mujer. Primero se debe conocer profundamente la realidad cultural
de la comunidad, y cómo se
desarrolla esa vida, para tener mayor
credibilidad
con
las personas
con quienes se tratará. Por eso Bogaletch
comenzó en la región
Kembata - Tembaro,
de
donde ella provenía, y
formó instructores, hombres y mujeres,
de
la misma región, para que multiplicaran lo aprendido.
-
Es necesario comenzar
a partir de los intereses de la
gente. Identifique los
temas
que más preocupan a esa comunidad, y parta de allí, para luego pasar gradualmente al tema que se
quiere abordar. En el
caso
de Etiopía, las alarmantes cifras de muertes
por
SIDA tenían
asustada a la comunidad.
Ella comenzó sus esfuerzos educativos
hablando del SIDA, para de allí hablar
de cómo las mujeres
pueden persuadir
a los hombres a usar el condón,
luego pasó a las relaciones de poder entre los
géneros
que
obstaculizan
esos esfuerzos, y gradualmente comenzó
a hablar de la
mutilación genital. Fue un proceso de muchos meses.
-
Para realizar la
formación, emplee los
procesos culturales propios
de las comunidades.
Bogaletch conocía la costumbre de las
“conversaciones
comunitarias” de su tribu: alrededor
de 50 personas se reunían
bajo un frondoso árbol para escuchar a un
líder y discutir
asuntos de interés
para
todos y todas. Ese
fue el procedimiento
que ella aprovechó, formando a
los instructores y las
instructoras para que dirigieran estas
conversaciones del modo
más
efectivo.
-
No juzgue a las personas. Bogaletch
sabía que su madre había lamentado
tener que aceptar
que a su hija la mutilaran, pero
lo hizo porque de lo
contrario el estigma cultural
sería muy fuerte. Condene las
prácticas, lo que se hace, no a las personas.
El proceso no fue fácil.
No basta con cambiar las leyes. En
muchos lugares donde está prohibida la
mutilación genital, la práctica se realiza en
secreto. “No deja de existir cuando la gente
levanta
la
mano aceptando”, dice
Gebre, “ni
cuando
los líderes religiosos
dicen,
“Declaramos que no
seguirá”. El cambio tiene que venir desde
dentro
de
la comunidad. Tiene
que ser discutido una y otra vez, siguiendo la tradición africana. Así es como se logra”.
Pero, como ya dijimos, el proceso no puede ser aislado.
Además
de las conversaciones comunitarias,
78 niñas de colegio se aseguraron con alfileres en el uniforme un
letrero que decía “No me dejaré cortar.
Aprende de mí”. En septiembre 2002,
en Kembata –
Tembaro tuvo la primera boda en público
de una novia que no había sido mutilada. Novio y novia
lucían letreros anunciando su orgullo; más de 200 personas
asistieron. Fue la primera de muchas
bodas similares. Y
en vez de las ceremonias
rituales celebrando a las
niñas “casaderas” después
de su mutilación, se
empezaron a celebrar rituales en celebración de no haber sito mutiladas. Cada niña recibía un
dije
de plata con la leyenda,
“Estoy entera”.
En 2004 se celebró un gran evento
público en el estadio de fútbol para
celebrar a las niñas no mutiladas. Asistieron 100,000
personas.
La campaña de Bogaletch tuvo
tanto éxito en su región, que el gobierno de Etiopía y las agencias
internacionales financiaron
sus proyectos para extender la re-educación del pueblo a muchas
otras partes de Etiopía.
Por los éxitos que ha logrado, ha ganado varios premios internacionales.
En 2004, el gobierno de Etiopía convirtió
las conversaciones
comunitarias en un elemento central de su
estrategia de prevención
del SIDA y los y las integrantes el grupo
de Gebre fueron los primeros
multiplicadores del método. Etiopía, que
era el país del África más afectado
por el SIDA, tuvo la mayor disminución de la tasa de nuevas
infecciones,
más del 90%
entre el 2001 y el 2011.
Tenemos
mucho
que aprender de Bogaletch.
(Traducido y adaptado por Gabriela Castellanos del
artículo de Tina
Rosenberg, “Talking
Female Circumcision
Out of Existence” publicado en el New
York Times en Julio 17,
2013.
VIDEO: Bogaletch Gebre, 2012-2013 Winner of
the King Baudouin African
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