Algo sucede la primera vez (¡barco o ejército a la vista!) y uno reacciona –con gusto o con disgusto- o no reacciona. Si reacciona con disgusto y lo rechaza, casi con seguridad que no volverá a suceder. Pero si no reacciona o lo deja pasar con el gusto de la curiosidad, lo asiente y, casi con seguridad, ya no se lo quitará de encima jamás. Por el contrario, el placer sado-masoquista de la conquista y de la colonización, de conquistador y conquistado, de colonizador y colonizado, del amo y del esclavo, se extenderá, prolongará e intensificará tan excesivamente que, como todo placer torcido se convertirá en lo contrario, en un dolor agigantado, en un problema ya intolerable, que amarga y al fin niega el futuro. Inexplicablemente, durante la historia y hasta hoy, considerado “ese sucederse” como natural casi siempre y casi por todos... menos por unos pocos en los escasos momentos de lucidez que, para acabar de ajustar, parecen sueños o pesadillas individuales, locuras de anormales, que nadie se atreve a manifestar, a compartir. El miedo y/o la inutilidad, vencen.
Entonces, ¿van a desperdiciar la gran oportunidad que les está brindando la Vida de tomar una determinación de graduarse como valientes y valiosos seres humanos LiRSHcA? ¡Sí, y qué!
¿No logran comprender la enorme diferencia que existe entre "vivir floreciendo" o "sobrevivir degenerando", entre "vivir creciendo" y "desmoronarse fracasando"?
Calvino quema a Servet con leña verde y húmeda en una mañana lluviosa del invierno en Ginebra. Nadie se opone. Los calvinistas en cabeza de Bush invaden a Irak e inician una era infernal por apoderarse del petróleo de esos bárbaros de otras religiones. Nadie se opone. La historia de invasiones, conquistas, fraudes y despojos no cesa desde que esta especie se bajó de los árboles y se militarizó para jerarquizarse y abusar criminalmente de los demás vestidos de impotencia civil a los que, además y para acabar de blindar su cinturón de impunidad, les prohíben armarse. Entonces, les ordenan estar bajo su custodia obligatoriamente aunque no quieran y pidan lo contrario. Un "hombre" uniformado y armado apesta a un kilómetro de distancia. Él piensa que es respetado y admirado, cuando en realidad es temido y despreciado. Además, un hombre armado es un cobarde que no vale nada, pero que mata sin dudar, por la espalda, sobreseguro... e impunemente.
Vivir es otra cosa, pero no lo hemos aprendido y menos practicado. Mejor dicho, como humanidad NO HEMOS NACIDO... aunque los acomplejados de superioridad se construyan ostentosos y descrestantes edificios y palacios, y aunque se fabriquen celulares y naves espaciales... seguimos siendo unas bacterias dañinas y asesinas "panclastas". Desconocemos u odiamos la EVOLUCIÓN VITAL hacia el Excélsior. No es con máquinas ni con robots como se evoluciona esta especie. No es nuestro destino o no lo hemos asumido.
De mi parte, como mi forma de lucha, busco diseñar y hacer y subir a internet por todos los medios posibles pequeños clips de educación y salud "magnesio, mar, sol, respiración, hidratación, equilibrio electrolítico, mezcla y masticación de sencillos pero esplendorosos alimentos"… para combatir la pandemia de insania aunque no logremos nada ni nadie haga caso.
Es tan duro ser uniformado,
es tan duro ser esclavo,
que a veces y a algunos de ellos les pagan millonadas inverosímiles para que se uniformen y obedezcan,
unos se ponen corbatas, otros sotanas y otros turbantes o camisetas.
Pocos y más pocas, batas de laboratorio o ponen caras y poses de adictos
Otras se desnudan o desfilan.
Pasan y posan de papas, de deportistas, de artistas, de militares… nos divierten y entretienen, engañándonos,
para lucro de los desconocidos que les pagan,
aunque sus “jefes” son ideas que solo son eso, ideas, que no existen, que no pueden existir, entes abstractos.
Actores libertinos que no Libres.
Todos esclavos del dinero, de la fama o del poder...
La mayoría de la ignorancia y del hambre.
Uniformados allí, en el dolor, por comer o acumular, en el trabajar-destruir el Planeta,
en su pobre espejismo imaginario Ser que jamás será,
hacinados en el no vivir, en el no Libertad.
Y así, malgastan su tiempo, sueñan, y ni cuenta se dan.
Su realidad es la irrealidad concretizada.
Los maestros de la Educación Humana, no existen.
Los maestros también son uniformados-esclavos de artes, ciencias y oficios,
hábiles mecánicos, contorsionistas en busca y preparación de clones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario