lunes, 13 de mayo de 2013

La rebelión de los farmacéuticos por la Salud Pública (ya que los médicos actuales son incapaces)

La rebelión de los farmacéuticos por la Salud Pública (ya que los médicos son incapaces). Primera parte mayo 13 de 2013

- NOS METIERON GATO POR LIEBRE Y NINGUNO SE DIO CUENTA QUE EL CAMBIAZO EN UN PAQUETE CHILENO TRAÍA UNA BOMBA QUE NOS DESIDENTIFICARÍA, DESINTEGRARÍA, DESTRUIRÍA Y ESCLAVIZARÍA.

- En Colombia, lo dice la Ley vigente desde 1962, lo “único” que se necesita para ejercer la Farmacia en cualquiera de sus campos propios, es SER FARMACÉUTICO GRADUADO POR UNA UNIVERSIDAD RECONOCIDA, es decir, haber aprobado conocer, aprender y aprehender la ciencia, la legislación, los mandatos, los objetivos básicos, la tradición de servicio, la historia y la vocación ÉTICA de los libros y maestros de la Farmacia; y, se requiere además, agregado por la 212 de 1995, SER COLEGIADO.

- Pero con ese paquete chileno hicieron desaparecer el requisito principal y ÚNICO, que nadie cumple, derogando la Ley de hecho, sin ninguna razón, maliciosa y criminalmente, con la complicidad de todos los gobiernos y de todas las “cortes e instituciones” de esta “república”, sin que nadie, excepto este “chamán” y alguna que otra débil voz pasajera, dijera nada: nos desaparecieron, nos suplantaron y nos cambiaron, nos intervinieron abusivamente -la ignorancia es audaz, la codicia más-, y nos despojaron-esquilmaron real y prácticamente del ejercicio profesional ético-debido que figuraba en nuestros libros oficiales, empezando por lo primordial que era el Farmacéutico al frente y presente y responsable siempre, y siguiendo después: con normas, especificaciones, fórmulas, métodos de control y de análisis, relaciones con los médicos y con los demás profesionales de la Salud Pública, dosis, concentraciones, sistemas, materiales, plantas bien identificadas, cosechadas y manipuladas, documentos, equipo de laboratorio, instrumentos, vidrios especiales y finos para diferentes operaciones, con sus respectivos manuales e instrucciones, máquinas sencillas o gigantescas, útiles, apropiadas para ejercer la Farmacia correctamente en pequeñas, medianas y grandes cantidades, según lo que cada Farmacéutico quisiera… se desvanecieron y se cambiaron por extraños obstáculos, metiches y ajenos inspectores policivos, exigiendo BPM cuando no los esnobistas señuelos: GMP, “icontec” o “isos” en sofisticadas y extravagantes construcciones de costoso mármol y otros materiales que nada tienen que ver con el ejercicio correcto de la profesión ni con la salud pública a la que solo hay que mirarla hoy para ver el desastroso resultado de esta masacre en manos de cualesquiera que tenga dinero para gastar en esos requisitos in extremis e innecesarios.

- Así, quitando o remplazando o asalariando o acomplejando al autorizado ejercitante, cambiaron la Ley, relegaron y dominaron al Farmacéutico y abrieron, sin ley y contra la ley, el ejercicio de tan delicada profesión para todos los audaces mercachifles que tuvieran dinero y armas para imponerse y sostenerse con las nuevas condiciones. Cualquiera con esas fuerzas, dinero y armas, sin ningún otro título, saber o autoridad, puede ejercer la Farmacia y ser un “duro” nacional o internacional, en la Ompi, en la OMS, OPS, en la Andi, Afidro o cualquier otra mafia de esas por el estilo: asociaciones para delinquir aparentando prestancia y caballerosidad. Nuevos e ingenuos colegas sin tradición, sin vocación, sin realizaciones farmacéuticas, uniformados como los antiguos protagonistas pero sin ningún logro… creen remplazarlos con ventajas ilusorias cuando rehúsan embarcarse en las hermosas canoas donde serán timoneles reconocidos y con autoridad, por montarse en descresta bobos y lujosos extravagantes yates donde solo serán anónimos y obedientes, “personal de a bordo”.

- Colegas pichones que se comieron descrestados e ilusos el cuento de la competitividad, la productividad, las nuevas “normas” que de nuevas solo tenían el folder, pero emboscados traían la desmesurada industria monopolística, la publicidad, las marcas, las patentes y las inmensas fortunas que deparaban pues esto era “un negocio”, “un enorme negocio” –no un necesario servicio- que nosotros, los farmacéuticos tradicionales, con esas virtudes Éticas, NO SABÍAMOS MANEJAR ni podíamos manejar pues para ello se necesitaban los ladrones abogados y administradores de las famosas y riquísimas universidades de garaje privadas… y no nuestra concepción ética, mística, vocación, espíritu de servicio, falta de codicia… pasados de moda.
- ¿Las Buenas Prácticas de Manufactura y las Normas de Calidad o las de Icontec de pesas y medidas modernas versus el correcto ejercicio de la Farmacia-Medicina ordenado magistralmente desde Hipócrates y adicionado día a día y sabio a sabio en libros especializados, manuales, cánones, códex y farmacopeas?
- La Historia y el conocimiento acumulado en Salud Pública nos muestra que para el avance de estas profesiones, de estos profesionales, de estas ciencias se requería de una gran calidad vocacional y un alto espíritu de servicio solidario de quienes se entregaban a ellas.
- Las Buenas Prácticas de Manufactura y las Normas de Calidad o las de Icontec de pesas y medidas modernas con la filosofía de regular y ordenar el caótico comercio sin escrúpulos de conquistadores y aventureros que, a la fuerza y con violencia y salvajismo sin medida, le fue cogiendo ventaja indescontable a la legitimidad natural y a la débil y tardía legalidad ingenua o maliciosamente acordada con el único objetivo de calmar los ánimos, de enredar los trámites y de entronizar la impunidad de aquellos “comerciantes-empresarios-políticos-religiosos”.
- Preguntar a los docentes actuales y a los de los últimos cincuenta años si a un hijo suyo le recomendarían estudiar Farmacia y por qué y para qué. ¿Qué esperarían de él? ¿En qué campito o rinconcito podría ser y hacer como un farmacéutico de hace 500 o 1000 años? Porque, es obvio, que en las enormes estructuras solo podrá, si acaso, ser un obrero sin voz ni voto, delinquiendo al amparar ilegalmente a un delincuente que quebranta la LEY y la lógica, haciéndose cómplice del atentado terrorista permanente contra la Salud Pública por aceptar ser un simple asalariado sin posibilidad alguna de disfrutar la aventura de ser Farmacéutico en contacto y al servicio de su pueblo, de sus vecinos, de sus amigos, de sus familiares.
- ¿Cuántas personas, hoy por hoy y durante toda la historia, se mantienen y se han mantenido con buena salud, la han recuperado o se conservan con una buena calidad de vida con lo pequeño, lo manual, lo artesanal, lo popular, lo simple, lo casero, lo elemental, lo personal, lo magistral, lo oficinal? ¿Qué se necesita para seguir haciéndolo? ¿O es que quedó obsoleto por un ucase dictatorial aquel sabio “que tus alimentos sean tu medicina” simplemente porque esos mediquillos modernos consideran que pierden prestigio si recetan una zanahoria o una remolacha? ¿Por qué quieren y buscan unificar a los seres humanos, domarlos, obligarlos a un patrón común y único, amoldarlos? ¿Dónde queda la iniciativa personal, la libertad de investigación que consagra el artículo 27 de la Declaración Universal de los Deberes y Derechos humanos?
- Preguntarles, ¿por qué alrededor de 1950 llegaron y se establecieron en el país un montón de laboratorios multinacionales y por qué cerraron sus plantas y se fueron después de 1990 y de la Ley 100? ¿Por qué importamos productos farmacéuticos hasta de Irlanda, Ecuador, Bolivia, India, Brasil… China? ¿Qué enloquecida les inocularon a los “profesionales” de las cuatro facultades de Farmacia del país y a todas las de medicina que nadie sabe dónde está parado, qué es lo que tiene que hacer ni para dónde va? Todos medrando alrededor de un ridículo y asesino listado POS obligatorio, todos tratando de coger la mayor tajada posible, sin importarles los millones de pacientes que no pueden contar con ninguna orientación para mejorar y fortalecer su salud, para conservarla, para recuperarla.
Ñapa basada en José Cadalso: Pregunta: ¿Creéis que se pueda ser un eficaz y confiable Farmacéutico o Médico sin haber leído dos minutos al día, sin tener un libro, sin haber tenido maestros, sin ser bastante humilde para preguntar, y sin tener más talento que para envidiar la moda del mármol aséptico como la gran exigencia de las GMP para ejercer esas profesiones con logros? Respuesta actual de toda la masa: Sí creo.

¡Vamos a cambiar el mundo, sin disparar un tiro, cambiándonos primero nosotros, cada uno de nosotros a LiRScA (Humano, Hermano, Libres, Racionales, Solidarios y Capaces cuasi Autosuficientes con lo necesario no más y cuidando la casa común) y después uniéndonos en un NO MÁS gigantesco! eco katío manguruma nasa biófilo

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