No hay nada más espantoso que conocer de cerca a una persona grandiosa. Thomas Bernhard

No hay nada más espantoso que conocer de cerca a una persona grandiosa. _{Thomas Bernhard}  


- Señor presidente, pueblo colombiano, hermanos terrícolas: es indiscutible que la buena salud de personas y ambiente es el primer y principal indicativo del grado de civilización de una sociedad. Todos los demás indicativos están después de él.

Históricamente se muestra y demuestra la enorme incidencia de Farmacia y Medicina en el desarrollo del conocimiento y de todas las ciencias.

Pero hoy, todos estamos enfermos y el ambiente es enloquecedor. La hipocresía reina. Mentimos y nos mentimos con desparpajo, inconscientes de sus efectos envolventes que aprisionan. Incapaces de frenar y de volver a comenzar. Estamos jugados y entrados en gastos que no estamos dispuestos a perder ni a dejar de jugar.


- Los más educados, para nuestros gobernantes, son los más dóciles, mansos, adamados, dedicados a los deportes que se han convertido en la actividad-espectáculo domadora-pacificadora-entretenedora de masas por excelencia, por encima de las religiones, partidos políticos y demás fanatismos, en todos los lugares del mundo. De postre, masifican los celulares con todos sus juguetes.

Ya no hay HALÁ, DHIOZ(ES), VUDAS, HADAS Y HADOS que sirvan y que valgan la pena. De ahí su eficacia (la de los deportes, digo): todo el mundo embobado con pelotas mientras ellos guerrean, y se protegen o escudan con los pobres muchachos ignorantes y sin valores humanos que no hacen deporte, luchando feroz e irracionalmente por el poder y por las riquezas materiales y políticas; guerras de todo tipo manejadas desde ostentosas oficinas por los magnates usurpadores de las farmacéuticas (peligrosísimos capos adueñados de petróleo, oro, drogas, industrias…) que hacen lo que quieran con sus títeres infiltrados y moldeando a sus caprichos: ONU, OMS, OMPI, OPS. UNICEF, UNESCO, BM, FMI, el G20, el G5, el gggggbilderberg… y a todos los gobiernos y Estados del mundo. Ellos sí descubrieron por dónde va el agua al molino… pero solo para destruir al planeta y a la vida antes de tiempo.

Ellos creen equivocadamente que serán los únicos supervivientes. Y si lo fueran, ¿para qué?

Esos transtornados bichos gigantescos de la manipulación genética-educativa (o deseducativa, mejor) están desarrollando la más bruta y brutal guerra biológica contra la vida y contra la evolución en este inmenso manicomio.

Y los embobados ni siquiera se dan cuenta embebidos en sus actividades lúdicas. Y sostienen que están disfrutando la vida… solo porque la tragedia no los está tocando de frente como a los miles que mueren diariamente sin que los embobados se enteren siquiera.

Turistas enfocando el 5% de belleza mientras ignoran el 95% de fealdad, ruindad, destrucción y muerte… y el fondo del asunto: solo los llevan a paraísos ficticios que poco a poco van disminuyendo y encareciéndose. Cada día, menos amantes del turismo y de la buena vida pueden visitar los cada día menos sitios seguros y bonitos. ¡Sálvese el que pueda que el barco Tierra se está hundiendo inexorablemente! Las máquinas no cambian ni se modifican… ¡ni paran hasta que se les va la luz!

Pero, sigan mirando para otro lado y no apoyen a los que protestan porque les roban la pesca, el petróleo, el oro, el café, la atención debida en la enfermedad, el trabajo, la tierrita, el derecho a vivir con deberes y derechos como todos, la seguridad de morar entre humanos hermanos libres, racionales, solidarios y capaces cuasi autosuficientes para quienes lo gregario con espacio vital adecuado es importante... Háganse los bobos que a ustedes… ya pronto les tocará el turno de sufrir. ¿Y a quién le van a pedir solidaridad si ya no van a quedar los que son capaces de practicarla?                    
                                          
 eco katío manguruma, hoy, panclasta, a pesar del “vos que podrías vivir tan bueno, dejá de preocuparte…”

Nota: si quieres embobar a un hombre, regálale un balón. Si quieres enloquecerlo, escóndele el celular y el control de la tele (desconéctalo).