Carta abierta a Raymundo

Ray Kurzweil 250 pastillas diarias para llegar vivo al 2029


- Destacado Raymundo Kurzweil, cordial saludo. No sé cómo serán las ±250 píldoras/día de alguien que no es farmacéutico ni médico, pero me parece irracional, inútil y casi que imposible convertir las ±30 que yo uso/día en tu cifra. Ten la seguridad de que no hay nada más allá de la Nada y del Todo. Es decir, que hasta la ciencia tiene límite. Lo que pasa es que a pesar de lo que se ha avanzado y sobre todo en esta última época, apenas estamos en pañales y en ciertas cosas hemos retrocedido y en unas muchas ni hemos empezado… y, sin embargo, abunda la soberbia de sentirse dhiozes todopoderosos. Recuerda que ni siquiera la Nada ni el Todo son inmortales (que son tan intrascendentes y fugaces como una fracción de un segundo) y que lo mejor de vivir larga e intensamente es morir por fin… aunque nos produzca nostalgia una que otra cosa o persona… y temor a desaparecer… y al jamás haber existido que vendrá tarde que temprano, como les pasó, por ejemplo, a los “extraordinarios científicos” inventores de la piedra como herramienta o arma y de la fogata (quinientos mil años después están borrados de la historia y con sus inventos estamos yendo más allá de Marte). Pienso que lo que te pasa es que confluyen en ti unas desgraciadas coincidencias que no te permiten ser humano culto común y corriente… gringo-judío o judío-gringo y egresado de esas instituciones y metido en otras como honoris causa y multiempresario acumulador de dinero a costillas de los demás y segregando a millones… tienes que ser polémico influyente, especial, rico, inteligente, codicioso, avaro… y serio aspirante a la hipócrita filantropía, a la fama, a la gloria y a la inmortalidad: vanidad de vanidades, solo vanidad. Esclavo de ello y sin solidaridad, no eres capaz de lo más fácil y a tu alcance: no eres capaz de renunciar a lo que te sobra ni eres capaz de compartir lo que sabes. Es por esto por lo que yo pienso que quieres seguir siendo lo que ya eres pero en otras aleaciones más resistentes a la oxidorreducción inexorable, con energía como alimento y sin orines y sin materias fecales. Como eres inhumano mental, producto de esa cruel y pésima tradición-educación gringo-judía-calvinista, no podemos esperar que seas (ni que tus paisanos lo sean) nuestro compañero en la lucha por la justicia y por la especie-especie para poder conservar la Vida, tal cual y evolucionando, muchísimo tiempo en el planeta y, de pronto, en la galaxia. Estoy de acuerdo contigo en que como máquinas somos imperfectos… por las malas especificaciones en el diseño y en la hechura educativa-castradora. Ni siquiera tú (ni tus compañeros genios) tienes ideas para mejorar esas especificaciones y prefieres renunciar a ellas conservando la gran inteligencia egoísta y salvaje que te acompaña desde siempre. Quieres conservar el cuerpo que no aprecias ni amas, solo hasta que lo puedas cambiar por el “empaque” que esperas que llegue en el 2029 y, mientras tanto, incongruente e inconsecuente, vendes millones de productos inciertos e ilusorios en la jugada más anti científica y amoral posible. Esos “chuzos”, interesados en los aportes de tus fundaciones, que te dieron esos “honoris causa”, te los deberían volver “deshonoris causa” si allí existieran honor y dignidad humana. Pero, qué va. Eso es imposible. Saludos, eco katío, hoy biófilo.